Hace ya unos años, a principios de siglo, el sello español Siesta publicó una serie de recopilatorios que a mi me gustaron muchísimo. Agrupados en trilogías, la primera de ellas se titulaba "The travel trilogy". Venía ésta conformada por los volúmenes "Sol y sombra", "Educación y descanso" e "Información y Turismo". Una segunda, creo que llamada "Flair of Spain", apareció más tarde, desgraciadamente ya sólo en Cd. El primero de los tres se llamó "Don Quijote" y era, como solía ser habitual, espléndido. Creo recordar que fue principio y hermoso fin, que ahí terminó su andadura. Eran todos y cada uno de ellos parte de un proyecto, diletante si quieren, decorado por un esnobismo bien entendido y una militancia irredenta en los territorios de la estética más epicúrea, ajenos al terrenal y zafio posibilismo e insuflados de un gusto y un tono al que no estaban en absoluto dispuestos a renunciar. Versiones del interminable granero de pepitas de oro musicales que vino a ser el tránsito de los sesenta a los setenta, evitando como principio irrenunciable caer en lo prosaico y común. Recuerden que hablamos de hace casi quince años, en los balbuceantes estertores de internet -al menos aquí- y donde lo más sencillo era montarse en el carro de lo tribal o lo sectario, siendo ambas posturas radicalmente militantes en el desprecio hacia lo otro, por mucho que ni lo conociesen ni tuviesen interés en hacerlo; De la Bossanova y aromas brasileiros al Sunshine pop más delicado via Roger Nichols o Paul Williams. Los estetas del sonido Torrelaguna (aquella factoria Hispavox con vocación mayoritaría, con gusto por el buen hacer, acicalando melodías y arreglos) hasta la sublimación de todo ello que sería la apoteosis de la melodía mas evocadora en la Colona sonora italiana. Mike D'Abo, Mina, Marcos Valle, Walter Wanderley y Luiz Henrique. October country, Sebastiao Tapajos, Nico Fidenco y los Sandpipers. Manolo Diaz, Françoise Hardy y Tuca. La Pandilla, Chico Buarque y Stelvio Cipriani. Jobim, Pepe Marquez, Rafael Trabucchelli y Roy Budd... Mil senderos y pasadizos que te afirmaban en la posibilidad, no, en la necesidad, de tener los oidos bien abiertos tanto para poder asentir como para poder disfrutar.
Hubo otro conato por mantener el hechizo, una nueva serie, llamada esa vez "Vidas célebres", cuya presentación sería "Vida burguesa". Es ahí donde me une un pequeño vínculo, una gozosa relación con el proyecto, más alla de la placentera escucha. Había uno contactado con Mateo Guiscafré, el Mecenas y capo del sello, alabándole el gusto, solicitando pareceres e intercambiado información y canciones. Fue generosísimo, facilitándome algún disco de su escudería que no podía localizar y teniendo el detalle, en el referido "Vida burguesa", de acreditarme en la carpeta como limitadísima fuente o ayuda. No se imaginan la ilusión que me hizo.
Más tarde vendrían otras aventuras que intentaban ir un paso más allá. Disco unitarios de un sólo artista, generalmente grupos fantasmas o alias de personas que, imagino, pretendían centrar toda la atención en aquello verdaderamente importante, la música. Rita Calypso (Ana Laan) con tres, creo, discos maravillosos. Las Escarlatinas, Bel Divioleta, Cristina Georgina, The Magic Whispers... Todo bajo el prisma del productor en la sombra, con una escudería de regulars que fueron yendo y viniendo (Ramón Leal, Guille Milkyway, Alberto Matesanz, Fernando Marquez, Miguel Ángel Villanueva...) y una filosofía que se resumía en una de sus máximas; "El invitado debe sentirse siempre mejor que el anfitrión".
He de reconocer que conmigo lo consiguió. Que logró abrir puertas que pensaba entornadas. Que fue asidero en un momento de duda tambalenate y parte de mi desastrada educación sentimental. Intérpretes reales como la vida misma bajo divertidos alias que los hacían anónimos; Vera Chillón, Bathing Beauty, el Barón de Tagomago, Mardi Silhouette, Zinia y Veneto, Silvestre Paradox, C de Constancia, Malabella, Basilisco, Dorotea, Delia Caprice, Rita Calypso, Altisadora, Admiral Achilles, Lunetta Serena, el Caballelo de los espejos y otros que tal vez -o no- aparezcan en un segundo volúmen; Fantasio, Max Buda, Luxo Persa, Pittoresque, El profesor Pajarita, Ondina, Cafe Society, Miss Bósforo, Señor Formica, Anna Felix, Pájaros de Salón, Donaire, La princesa Micomicona o el Coro de Barataria.
John Steed y Catherine Gale, Honor Blackman y Patrick McNee en "The Avengers". Florinda Bolkan con su vestido negro, las plumas al cuello, su sonrisa inolvidable. Jean Louis Trintignant diciendo "Nina,Giovanna,Max..No!...Ric" mientras el rostro Tony Musante muestra contrariedad, tanta como malicia el de Lino Capolicchio. Il Maestro. "Ho letto tutto!". Claudine huyendo de los brazos de Andy Williams para caer en los de Spider Sabich; La tragedia de Aspen. Miguel Ángel Villanueva, el Pete Dello patrio, bosquejando ficciones con Françoise Hardy. Un caballero. Cháchara radiofónica en la homilía semanal por el otro Ken Nordine, el hermano Rydgren. Grooving. Gene DiNovi al piano, Tony Velona garabateando en unos pedacitos de papel. Ranwood records. Viva la felicitá Signor Rossi, viva Franco Godi. Los arreglos de Bruno Nicolai, infinitos. Bossanova en Punta del Este, Bossanova en Río. Bossanova siempre. Ali McGraw y Richard Benjamin en "Goodbye Colombus". Los Association, tal vez el grupo más infravalorado que recuerdo. Tommy Scotti y Heaven Bound. The Carpenters. "Miss me in the morning". Roger Nichols y Paul Williams. Rafael Trabucchelli, el sonido Torrelaguna y el órgano de Tomás Bohorquez. Evangelina Sobredo y la premonición de la muerte. Nancy Sinatra por los Pale Saints. Amor desviado. El furor de la codicia, Le casse, The Burglars... Belmondo y Dyan Cannon. Esmeraldas de colores.
Ayer, hoy y mañana...
Hubo otro conato por mantener el hechizo, una nueva serie, llamada esa vez "Vidas célebres", cuya presentación sería "Vida burguesa". Es ahí donde me une un pequeño vínculo, una gozosa relación con el proyecto, más alla de la placentera escucha. Había uno contactado con Mateo Guiscafré, el Mecenas y capo del sello, alabándole el gusto, solicitando pareceres e intercambiado información y canciones. Fue generosísimo, facilitándome algún disco de su escudería que no podía localizar y teniendo el detalle, en el referido "Vida burguesa", de acreditarme en la carpeta como limitadísima fuente o ayuda. No se imaginan la ilusión que me hizo.
Más tarde vendrían otras aventuras que intentaban ir un paso más allá. Disco unitarios de un sólo artista, generalmente grupos fantasmas o alias de personas que, imagino, pretendían centrar toda la atención en aquello verdaderamente importante, la música. Rita Calypso (Ana Laan) con tres, creo, discos maravillosos. Las Escarlatinas, Bel Divioleta, Cristina Georgina, The Magic Whispers... Todo bajo el prisma del productor en la sombra, con una escudería de regulars que fueron yendo y viniendo (Ramón Leal, Guille Milkyway, Alberto Matesanz, Fernando Marquez, Miguel Ángel Villanueva...) y una filosofía que se resumía en una de sus máximas; "El invitado debe sentirse siempre mejor que el anfitrión".
He de reconocer que conmigo lo consiguió. Que logró abrir puertas que pensaba entornadas. Que fue asidero en un momento de duda tambalenate y parte de mi desastrada educación sentimental. Intérpretes reales como la vida misma bajo divertidos alias que los hacían anónimos; Vera Chillón, Bathing Beauty, el Barón de Tagomago, Mardi Silhouette, Zinia y Veneto, Silvestre Paradox, C de Constancia, Malabella, Basilisco, Dorotea, Delia Caprice, Rita Calypso, Altisadora, Admiral Achilles, Lunetta Serena, el Caballelo de los espejos y otros que tal vez -o no- aparezcan en un segundo volúmen; Fantasio, Max Buda, Luxo Persa, Pittoresque, El profesor Pajarita, Ondina, Cafe Society, Miss Bósforo, Señor Formica, Anna Felix, Pájaros de Salón, Donaire, La princesa Micomicona o el Coro de Barataria.
John Steed y Catherine Gale, Honor Blackman y Patrick McNee en "The Avengers". Florinda Bolkan con su vestido negro, las plumas al cuello, su sonrisa inolvidable. Jean Louis Trintignant diciendo "Nina,Giovanna,Max..No!...Ric" mientras el rostro Tony Musante muestra contrariedad, tanta como malicia el de Lino Capolicchio. Il Maestro. "Ho letto tutto!". Claudine huyendo de los brazos de Andy Williams para caer en los de Spider Sabich; La tragedia de Aspen. Miguel Ángel Villanueva, el Pete Dello patrio, bosquejando ficciones con Françoise Hardy. Un caballero. Cháchara radiofónica en la homilía semanal por el otro Ken Nordine, el hermano Rydgren. Grooving. Gene DiNovi al piano, Tony Velona garabateando en unos pedacitos de papel. Ranwood records. Viva la felicitá Signor Rossi, viva Franco Godi. Los arreglos de Bruno Nicolai, infinitos. Bossanova en Punta del Este, Bossanova en Río. Bossanova siempre. Ali McGraw y Richard Benjamin en "Goodbye Colombus". Los Association, tal vez el grupo más infravalorado que recuerdo. Tommy Scotti y Heaven Bound. The Carpenters. "Miss me in the morning". Roger Nichols y Paul Williams. Rafael Trabucchelli, el sonido Torrelaguna y el órgano de Tomás Bohorquez. Evangelina Sobredo y la premonición de la muerte. Nancy Sinatra por los Pale Saints. Amor desviado. El furor de la codicia, Le casse, The Burglars... Belmondo y Dyan Cannon. Esmeraldas de colores.
Ayer, hoy y mañana...
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